Lucidez

Coloco la cucharada de café en la taza... metódica, como siempre... incorregible...
Azúcar, y comienzo a batir. La crema ya logró su punto e indefectiblemente cae el agua.
Lo pruebo y de repente estoy bebiendo distancias... Una presencia, alguien me interpela. No me atrevo a abrir los ojos ¿para qué fijar la mirada en los azulejos? No vas a estar...
Suavemente una caricia se desplaza. ¡Es tu mano! Tu tierna mano en mi rostro -y te lo permito, pese a que la vida me ha vuelto dura-. ¿Acaso burlamos la coyuntura?
Te percibo, me quito el disfraz y lúdicamente recorro la Rayuela. Por un momento me transpolo, me convierto en la Maga... somos dos recreando el capítulo 7.
¡Cuánto esperé! Las palabras son innecesarias -ya las empleamos tanto para suplantarnos-.
Los anhelos se conjugan y lo tangible altera mi mediocridad... escalofrío propio del temor de sentirte...
¿Ya lo sabías cuando me pediste que me dejara sorprender? ¿Quién acordó lo culmine para mi? -por mi-.
Se desvanece la legislación que tácimente respetamos desde siempre. No hay nadie más, nuestras soledades despliegan su dulce sabor.

Sin más vuelvo a ser eso que no quiero... despierto y nada me corrompió. Por inercia otra vez lo cotidiano me ahoga. ¿Por qué abrí los ojos? ¿Por qué se acabó la taza de café? ¿Por qué me dejé vencer por el temor otra vez?


Hoy rompo la regla... solo escribo yo! Es que tantas citas, frases se me presentan que prefiero sólo la escasa claridad de mis palabras...

inFelicidad

Eso que es tan difícil y que a veces resulta una parodia... Con qué argumentos se le explica a una persona que después de ochenta años probablemente ya no camine más... injusticia?? No lo se... Asfixiante cuando sobran las palabras, cuando no puedo emplearlas, cuando la impotencia nos vence, cuando necesito decirte que estoy a tu disposición, que te amo abuelo!!!
Gracias a la persona que me acercó este texto por primera vez... sabes que con vos SOY FELIZ.
Un fragmento de Leonardo Boff de su reflexión titulada: ¿Es posible ser feliz en un mundo infeliz?:
Estar feliz es un momento. Ser feliz es un estado prolongado. Éste se prolonga porque es siempre recreado y alimentado. Alguien puede estar feliz siendo infeliz, es decir, tiene un momento intenso de felicidad (momento) como el reencuentro con un hermano que escapó de la muerte, igual que puede ser feliz (estado) sin estar feliz (momento), es decir, sin que le suceda algo arrebatador.
La
felicidad participa de nuestra incompletez. Nunca es plena y completa...

Pureza

Indagando en las profundidades de mis oscuros recovecos... Aislando toda posibilidad de "ser". Desterrando suposiciones, fantasmas, deseos...
Cuando las seguridades y los miedos confluyen, saber lo simple que sería encontrar la felicidad se desdibuja. Entre tanto sólo los pequeños espacios que no nos otorgamos... Siempre ocupados, siempre negando...
Es más sencillo hablar desde lo abstracto, ¿Cómo podrías imaginar que sos vos? Juro que no se trata de ser hipócrita, es sólo el eterno miedo al rechazo. Qué harías si...
Lamentablemente la coyuntura no cambia. Inmerso en mis sueños (literalmente) el todo es perfecto. Pero al abrir los ojos no queda más que fijar la mirada en la nada misma... monotonía, temor...

Mi libro preferido, el autor al que inevitablemente siempre me remito: Amor Líquido - Zygmunt Bauman:

Lo que hemos aprendido duramente es que el haber sido abandonado a la propia compañía, sin nadie con quien contar para que nos acaricie, nos consuele y nos dé una mano, es atemorizante y espantoso, pero que nunca nadie se siente más solo y abandonado que cuando lucha por asegurarse de que realmente hay alguien con quien podría contar hoy y pasado mañana para que haga todo eso en el caso de que la rueda de la fortuna gire en sentido adverso.