Amistad...

Un nuevo año...
Qué decir... la presión, la ausencia, el desconcierto y el alivio de una perdida triste...
Una visita profundamente productiva desde el punto de vista intelectual y que reconforta mi alma, una silueta que necesitaba materializarse para desterrar fantasmas...
Un fin de semana con idas y vueltas, con sabor amargo pero inmensamente feliz por corroborar que quienes te acompañan realmente son los hacedores de lo cotidiano, de lo más retorcido y complaciente de la amistad...
La vida sigue siendo esa imagen que yo misma genero y que tanto detesto, aunque por momentos llene los espacios vacíos y en el fondo me sienta cuasi plena, ¿cuán mal estoy actuando si intento ser con vos?. Convengamos que las situaciones poco felices también poseen un dejo de esfuerzo por hacerlas así y no más...
CAMILA GEREMIA, amiga por excelencia, trastornada por naturaleza, incondicional por desinteres y trotamundos por deporte, me sorprendió hoy con un halago maravilloso, de esos que despiertan suspiros de tranquilidad porque empezas a sentir que "algo" haces bien...
Entrañable, espontánea, sincera, de esas personas que todos deberíamos cruzarnos al menos una vez en la vida... Mi negra querida (esa a la que por la vorágine de la rutina a veces abandono) me obsequió este fragmento y el video:
Her Morning Elegance - Oren Lavie

El sonido del agua la hace soñar
Despertada por una nube de vapor
Vierte un sueño en una taza
Que endulza con una cucharada de azúcar

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