Excedida de felicidad...
Siempre me pregunté cómo hallarla, en qué instante podría percibirme feliz... si realmente era posible... si sólo dependía de mí... si la coyuntura la condicionaría...
Abrí los ojos y me halle llorando, observando lentamente cada detalle del paisaje que transcurría a la velocidad del motor de aquel colectivo... la noche cruda y el frío eran el escenario ideal... la música me aturdía (necesitaba sentirme viva), el labello recorría mis labios que sabían a cansancio y deseo... el reflejo en la ventanilla me devolvía una sonrisa y un llanto profundo, de descargo, de entereza... de FELICIDAD...
Concluir ciclos, continuar los procesos de aprendizajes (hondos, de esos que calan la integridad), comprender que después de todo lo malo, inevitablemente llega lo bueno (frase hecha)... que muchas veces ofuscarse con la vida es en vano y que esforzarse por lograr lo que uno desea, al fin y al cabo, nos hace sentir más plenos...
El vacío es una sensación irrefrenable, cerrar etapas significa crecer y dejar de lado la comodidad de lo cotidiano para buscarnos y cuestionarnos desde otro lugar... Ya no será la facultad la institución que me contenga... HABER RENDIDO LA ÚLTIMA MATERIA PUEDE IMPROVISAR CADA UNA DE LAS IDEAS DISPERSAS DE HOY...
CRECER: SENTIRME MUJER... Encontrarme conmigo misma, hallar una Cecilia que es acorde a los planes, a los sueños más preciados (cuasi profesional)... Reflexiva al extremo porque tiene la capacidad de pensarse como un SER independiente de la mirada de los demás, que es honesta consigo misma, que se anima a pensar en presente...
YA NO ME CONCIBO EN ESA IDEA QUE TANTO ME ATORMENTÓ (precisamente por no poder responder a ese estereotipo): YA NO DEPENDO DE LA MIRADA DE NADIE... NO NECESITO PERTENECER A..., SER LA SOMBRA DE UN HOMBRE (a cambio mi eterna noción de compañero)... SOY YO (con todos mis defectos y virtudes que ya no deseo ocultar)... ESA MUJER QUE SÓLO UN SER PURO Y SINCERO PODRÁ DESCUBRIR Y PODRÁ HACER REDUNDAR EN FELICIDAD...
Siempre me pregunté cómo hallarla, en qué instante podría percibirme feliz... si realmente era posible... si sólo dependía de mí... si la coyuntura la condicionaría...
Abrí los ojos y me halle llorando, observando lentamente cada detalle del paisaje que transcurría a la velocidad del motor de aquel colectivo... la noche cruda y el frío eran el escenario ideal... la música me aturdía (necesitaba sentirme viva), el labello recorría mis labios que sabían a cansancio y deseo... el reflejo en la ventanilla me devolvía una sonrisa y un llanto profundo, de descargo, de entereza... de FELICIDAD...
Concluir ciclos, continuar los procesos de aprendizajes (hondos, de esos que calan la integridad), comprender que después de todo lo malo, inevitablemente llega lo bueno (frase hecha)... que muchas veces ofuscarse con la vida es en vano y que esforzarse por lograr lo que uno desea, al fin y al cabo, nos hace sentir más plenos...
El vacío es una sensación irrefrenable, cerrar etapas significa crecer y dejar de lado la comodidad de lo cotidiano para buscarnos y cuestionarnos desde otro lugar... Ya no será la facultad la institución que me contenga... HABER RENDIDO LA ÚLTIMA MATERIA PUEDE IMPROVISAR CADA UNA DE LAS IDEAS DISPERSAS DE HOY...
CRECER: SENTIRME MUJER... Encontrarme conmigo misma, hallar una Cecilia que es acorde a los planes, a los sueños más preciados (cuasi profesional)... Reflexiva al extremo porque tiene la capacidad de pensarse como un SER independiente de la mirada de los demás, que es honesta consigo misma, que se anima a pensar en presente...
YA NO ME CONCIBO EN ESA IDEA QUE TANTO ME ATORMENTÓ (precisamente por no poder responder a ese estereotipo): YA NO DEPENDO DE LA MIRADA DE NADIE... NO NECESITO PERTENECER A..., SER LA SOMBRA DE UN HOMBRE (a cambio mi eterna noción de compañero)... SOY YO (con todos mis defectos y virtudes que ya no deseo ocultar)... ESA MUJER QUE SÓLO UN SER PURO Y SINCERO PODRÁ DESCUBRIR Y PODRÁ HACER REDUNDAR EN FELICIDAD...
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